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Salva de la Cruz: “No soy un 10 en nada pero no me gusta tener puntos débiles”


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Salva de la Cruz: “No soy un 10 en nada pero no me gusta tener puntos débiles”

Publicada el 9 febrero, 2016 por Martín Manchón

“Los niños, cuando son pequeños, se fijan en los que meten goles, así que el que mira al que los recibe ha nacido para esto”, acertó a decir un día el portero Juan Calatayud. Las 14 porterías a cero de Salva de la Cruz esta temporada con el Olympiakos de Nicosia confirman que estamos ante uno de esos chicos que, cuando se probó los guantes por primera vez, sintió que la cruceta estaba al alcance de su mano.

Y así parece continuar en una temporada en la que verle sacar el balón de la portería se ha convertido en una quimera para prácticamente todos los equipos de la segunda división chipriota. Su equipo, el Olympiakos, comanda la clasificación con paso firme y los tres españoles que allí militan –el mencionado Salva, Pablo Suárez y Mario Martos- ven como el objetivo de estar arriba se vuelve tangente conforme pasan las jornadas.

Seguíamos a Salva, pero fue Juan Luis (Sarbon Football Agency), su representante, quien nos invitó a charlar con él. No dudamos en aceptar la propuesta y nos pusimos inmediatamente manos a la obra.

“Después de varios años por diversos clubes en España quise vivir nuevas experiencias haciendo lo que más me gusta con la ilusión de seguir prosperando”, contesta Salva cuando le preguntamos qué hace un villarrealense en Nicosia.

“Siempre intento dar lo mejor de mí y ayudar en todo lo posible al equipo”

Antes de llegar allí, Salva pasó por la cantera del Villarreal, donde se formó hasta que en 2006 dio el salto al Valencia CF: “Fue una decisión difícil, ya que el Villarreal era el club que me había visto crecer y allí me sentía en casa. Muchas de mis ilusiones recaían en ese club y tomar la decisión de volver a empezar en otro equipo fue complicado”, recuerda. En Valencia ascendió en dos ocasiones con el Valencia Mestalla a Segunda División ‘B’: “Fueron momentos de mucha emoción”, recapitula. Su paso por el primer equipo es una de las experiencias que guarda con más cariño: “Uno no es consciente tras los años del momento en el que estaba y la cercanía al máximo nivel del fútbol. Compartir momentos con grandes futbolistas y grandes profesionales me ha servido de mucho y lo recuerdo con muchísimo cariño”, rememora. Salva tuvo la oportunidad de aprender de grandes porteros que han llegado a jugar al máximo nivel continental como Cañizares, César Sánchez, Guaita o Moyá. Además, recuerda con mucho cariño haber estado bajo las directrices de José Manuel Ochotorena y Luis Pascual.

Su gran trabajo bajo palos llamó la atención de todo el mundo, e incluso fue convocado con selección española SUB16 y SUB17: “Fue una de las experiencias más satisfactorias que me llevo del fútbol. Saber que estás seleccionado junto a los mejores futbolistas de tu país es un momento súper satisfactorio. Coincidí con grandísimos futbolistas de la actualidad como Javi Martínez, Mata, Jaume Costa, Adrián López, Mosquera, Capel, Adrián González…”, menciona.

Tras el Valencia, previo paso por el Albacete, Salva llegó al Castellón, donde consiguió el Zamora al portero menos goleado de la Tercera División: “En el Castellón me sentí de nuevo como en mi casa y disfruté muchísimo del futbol gracias, entre otras cosas, a la afición y todo lo que envolvía a ese gran club”, recuerda. “Después de mi primer año allí tome la decisión de renovar otro más sin pensar que algo malo podría pasar. Tras una temporada difícil tomaron la decisión de hacer cambios y acabe en el Acero. Quería seguir compitiendo y el día 31 de enero, cuando me lo comunicaron, se hacía difícil encontrar un club”, revive.

Su buen hacer en el equipo albinegro quedó enturbiado por las desavenencias que provocaron su salida del club valenciano, pero su paso por el Acero le sirvió como trampolín para dar el salto al fútbol inglés, donde jugó en el Oxford: “La experiencia de estar en Inglaterra ha sido grandiosa a nivel cultural. El fútbol inglés es un fútbol de guerreros y no solo hablo de la Premier, también en las categorías más inferiores: juegas en campos difíciles, con condiciones atmosféricas adversas y con jugadores en el campo que lo dan todo. Allí no tienen miedo a romperse la cabeza en una jugada”, relata.

Y tras Inglaterra, Chipre “Tras un largo verano me puse en contacto con Juan Luis García, de Sarbon, el cual trabajaba muy bien en el extranjero. Mi intención era seguir fuera de España conociendo nuevas culturas. Fue entonces cuando me ofrecieron Chipre, y vi la propuesta interesante”, recuerda. No olvida, además, el interés de otro equipo español de Segunda División ‘B’, pero creyó que fuera “podía tener más oportunidades para prosperar en cuanto a lo deportivo”. Hablamos de las diferencias futbolísticas entre los tres países en los que ha jugado, a lo que Salva contesta que en todos hay cosas positivas y negativas, “pero, siendo honesto, me gusta mucho cómo hacen las cosas en Inglaterra y creo que todos los demás países tendrían que tomarlos como ejemplo. En cuanto a temas académicos y tácticos creo que España está por encima”, opina.

“No soy un 10 en nada pero no me gusta tener puntos débiles”

Esta temporada, Salva acumula 14 partidos manteniendo la portería a cero, una marca al alcance de muy pocos: “Siempre intento dar lo mejor de mí y ayudar en todo lo posible al equipo en la faceta que me corresponde, pero sin la ayuda uno de los compañeros todo es más difícil”, cuenta. Se muestra modesto ante los fascinantes números que está logrando defendiendo la portería del Olympiakos de Nicosia: “La defensa, de todo el equipo, es lo que más ayuda a un portero a encajar pocos goles. Nuestro equipo es ligeramente superior al resto y hay partidos en los que no tengo que intervenir mucho, pero sí que hay en otros en los cuales mi faceta ha sido importante”, discurre. Le mencionamos el poco mérito que se otorga a los porteros, algo a lo que parece estar acostumbrado: “Es con algo que los porteros tenemos que aprender a convivir. Cuando un delantero marca un gol se habla mucho más de ello, pero lo importante de no encajar es que significa que yo y mi defensa hacemos el trabajo correcto. Con eso es con lo que nos quedamos nosotros”, opina.

Como portero, Salva nos comenta que intenta ser completo: “No soy un 10 en nada pero no me gusta tener puntos débiles. Por eso trabajo todos los aspectos, para poder tener recursos para todo. Creo que soy valiente en el juego aéreo, me paso todo el partido comunicando y ayudando a los defensas y aguanto bien en os unos contra unos”, confiesa. Nos cuenta, además, que se ha vuelto más maniático con los años. Antes no tenía ningún ritual, pero ahora “me gusta entrar al área con el pie derecho” y nos confiesa, entre risas, tener unos “calzones de la buena suerte”.

Admite que, antes de llegar a Chipre, conocía pocos detalles de su fútbol, y expresa haberse visto sorprendido por “la manera en la que los aficionados viven aquí el fútbol”. Lo que más le ha costado asumir es el calor, pues menciona haber entrenado con hasta 45 grados de temperatura.

En cuanto a la situación económica del fútbol chipriota, Salva nos relata la fuerte crisis que sufrieron recientemente, y reconoce que ya se va sintiendo la recuperación financiera. Afirma que el fútbol chipriota “no es para hacerte millonario”, pero discurre en que es una liga “para disfrutar de lo que te gusta”. Cuenta que, excluyendo dos o tres equipos de primera división, “los salarios están lejos de parecerse a cualquier equipo de primera división en España”.

La gastronomía chipriota, admite, “no es muy diversa”, pero puntualiza que en todas las reuniones suelen hacer barbacoa y nunca falta el hallumi, que es un queso propio de allí; la seftaia, que son bolas de carne especiada; el suflaki, que es carne de cerdo; ni el lucanico, que es carne semejante al chorizo. Los chipriotas, corrobora, son muy “hospitalarios y cercanos. Es una cultura bastante parecida a la nuestra” aunque, bromea, “conduciendo no están muy civilizados”.

De su paso por Nicosia, de momento se queda “con mucha gente que en momentos difíciles, estando lejos de la familia, me han tendido la mano y me han tratado como uno más de la suya”. Para terminar, nos cuenta una anécdota bastante divertida: “Traje a mi perrita, que se llama Pipa, y un día paseándola por la calle la llame y se me quedaron mirando en varias ocasiones. Al tiempo, una vecina con la que cogimos confianza nos contó que pipa era una grosería bastante desagradable en Chipre”. Salva cambió de aires “porque pensé que el fútbol español no estaba pasando por su mejor momento, y creí que yéndome al extranjero podía prosperar en cuanto a lo deportivo y económico. Es una experiencia que quería vivir. ¡Ya tendré tiempo de vivir en España! El portero no descarta volver a España y confirma estar abierto a cualquier propuesta interesante.

Mario Martos: “Salva es un grandísimo portero” Hemos querido charlar con Mario Martos, otro de los españoles en el Olympiakos de Nicosia, para que nos hable sobre Salva y su fenomenal temporada: “Que estuviera unos años como tercer portero del Valencia habla de su nivel”, confiesa. Martos afirma que Salva es un compañero fantástico tanto dentro como fuera del campo y define al guardameta como “un hombre trabajador y cabezón con los que se propone”. Confirma que estamos ante un arquero valiente a la hora de salir por alto y añade que es muy rápido y posee grandes reflejos. Afirma que el equipo está en un gran momento de forma y atribuye los escasos goles recibidos al trabajo de todo el equipo: “Desde arriba somos ambiciosos para recuperar el balón en tres cuartos de campo. El equipo está en un gran momento y eso, unido a las grandes actuaciones de Salva, está provocando que acabemos tantos partidos con la portería a cero”, confiesa.


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